En medio de un sueño profundo y perturbado me despierto con el crujir de un cielo roto que se cae en pedazos sobre la ciudad apartada en la que vivo. Una fuerte luz entra por las ventanas alumbrando fantasmogoricamente las habitaciones aumentan las sombras, procede a su ocupación la oscuridad absoluta, no es muy alentador, vuelve la luz y aumenta mi ceguera repentina.
Apenas puedo conciliar el sueño, apenas puedo nada, después de haberlo intentado minutos antes. Parece acabarse el mundo en su propio renacer y ni siquiera sabemos que lugar estamos ocupando en este plan secreto y desconocido y mucho menos cual será el que ocuparemos.
Sólo entiendo una cosa, nada tiene tanta importancia como la que tenemos esencialmente cada uno o la que a veces se nos quiera dar. Se desmorona el mundo afuera y por suerte me siento a salvo consolando los miedos de mi perro.
Apenas puedo conciliar el sueño, apenas puedo nada, después de haberlo intentado minutos antes. Parece acabarse el mundo en su propio renacer y ni siquiera sabemos que lugar estamos ocupando en este plan secreto y desconocido y mucho menos cual será el que ocuparemos.
Sólo entiendo una cosa, nada tiene tanta importancia como la que tenemos esencialmente cada uno o la que a veces se nos quiera dar. Se desmorona el mundo afuera y por suerte me siento a salvo consolando los miedos de mi perro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario