No hace mucho, cuando las montañas se transportaban de un lado a otro, moviendo los paisajes por el mundo; De selvas a desiertos, de ríos a océanos, de cumbre a valles, de llanuras a volcanes....
Más o menos, sucedió así.
Una joven aprendiz del mundo, buscaba por los siete mares la gran sabiduría o su pequeña perla rara.No quería nada más que viajar y proseguir su marcha, dejando que los acontecimientos se presentasen a su manera cuando debieran. Sasakia, como la llamaban, la gran mariposa , volaba y se dejaba llevar.
Durante años viajó, y cuando a las pomposas selvas llegaba, el desierto frente a ella emanaba. De la nada.
Si buscaba bajar, derepente estaba arriba, si subir, entonces abajo. siempre a la contra. Nunca pisó la tierra de los afortunados. Tenía el poder de transformarse en mariposa, y volar para descansar sus cansadas piernas, las mismas que no la llevaron a cualquier parte. Bueno si que la llevaban pero nunca al destino que quería.Al menos para sentarse y dormir un rato.Un tiempo corto o largo. Lo necesario.
Ver como caían las hojas lentamente, mecidas, suspendidas en el vació, le ayudo a darse cuenta que la vida es perfecta cuando la vivimos como queremos a nuestra manera.Si no esperamos nada y solo dejamos obrar; Si todos hacemos eso sin actuar, entonces nunca pasaría nada. Porque el motor del mundo somos cada uno. Y si no te activas y le das al "Play", la batería de tu cámara se descargará en "pause", hasta fundirse, sin haber hecho todas esas fotos de tu vida, que deseabas tener y que nunca hiciste. ¿ A que esperamos ? Dijo la mariposa.
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