
Ya en el suelo de asfalto húmedo, de caminos estrechos y largos huertos que parecían barrizales andaba yo con la fresca, oliendo a jazmines y sacudiendo el agua de las hojas de la lluvia que acababa de caer. La calma era absoluta. Nadie salia de sus casas, estarían asando castañas?
Como no había mucho que hacer, me llevé la cámara para disparar a algún árbol chulo, que me chuleara... y ahí se me abalanzo uno. Quizás no era el más guapo pero a mi me gustaba. demasiado grande como para abarcarlo todo en una sola imagen.Peripecias había que hacer.
Pero con todo eso ya había pasado la tarde de una formas más rentabilizada que habiéndome quedado dentro, bajo el techo de cemento. Será que aunque lo parezca, yo no me aburro nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario