La ciencia inexacta

Las ciencias exactas tan necesarias, tajantes y reafirmadas tras ensayos. demostraciones empíricas y demás... para muchos una biblia universal del universo...

Admito que como muchos, nunca fueron mi fuerte las matemáticas, pero más bien hay que admitirlo, por gandulearía... a lo que yo hoy día me pregunto ¿ Por qué?

Y está claro, no me producía ningún tipo de satisfacción saber las formulas, aplicarlas y obtener el resultado. Y tampoco quería seguir sabiendo más de números, aunque admito que tuve facilidad para aprobar los exámenes con explicaciones de una hora el día anterior a tal examen, incluso con nota...
Pero yo siempre lo vi como una fase rápida que tiene pasar ligera...

La razón por lo que explico esto, es la siguiente... a mi modo de ver, para mí; el motivo por el que nunca me atrajo la materia como para estudiarla, es que son demasiado cuadradas.
A pequeña escala, por poner un ejemplo;
Aprendes que 2 x 2 = 4. Entiendes la formula, entiendes que viene de sumar un dedito cuatro veces, que se trata de una progresión aritmética y geométrica según se mire y mil hechos más etc etc etc...

Aprendes, comprendes y usas la formula, y la verdad que esta muy bien saberlo porque agiliza los tramites y ahorra papel y lápiz.
Pero para mi, lo que ahora he descubierto que me echaba para atrás, es que una vez sabido y aprendido que 2x2=4, ya se acavo, son 4 y punto*, ya está. Ahi se para todo.
Ahora que hacemos? ya no hay misterio, Además de que es algo que descubrieron otros....

Para casos concretos, apoyo las formulas, a veces son muy necesarias, pero en general según mi entender de las cosas (esto es sólo una opinión), prefiero que la vida no tenga formulas secretas que lo resuelvan todo a golpe de 2x2=4... La vida es mucho más que eso, e incluso en su complejidad es más simple que cientos de formulas escritas para entender el universo sin a verlo pisado jamas.
Mejor llegar a ese punto* y parte, para hacerlo seguido, o puntos suspensivos, o quizás punto y coma o; dos puntos: y dijo...
Indagar, barajar posibilidades, discurrir en hipótesis propias, inventarlas, creértelas. dejando el margen de acierto y de error a la misma distancia.

En definitiva, de jugar un poco con la vida, no darlo todo por sentado ni pensar que hay una formula estándar para cada problema.
Prefiero descubrir una propia y mía, diferente a otras que usé y que usaré para así solucionar cada cosa como se merece.