Recorrí la carretera más oscura que jamás he pisado, apenas veía nada desde el asiento del copiloto, la emisora de radio no daba ni una, voces de otro mundo acompañaban este viaje, entre versos sin sentido acostumbrados a pasar desapercibidos. Mientras tanto el contador de los kilómetros se ha parado en el tiempo, ni sube ni baja la aguja. Un instante quieto, el mismo contemplar, la misma oscuridad, la misma carretera.
Al frente el paisaje recoso, montañas de cara negra, oscuras... como el lado oculto de la luna, eran sobrevoladas por una ristra de nubes caídas, giradas, grises.. nubes de plomo...espesas. Casi se fundía la tierra y el cielo en un agujero negro. Los faros del coche alumbraban lo justo.. Daba miedo, era un día triste, un día para despedirse.
El frio cortaba la piel, sangraba por dentro ocultando el dolor.Sólo una motivación hacía saltar la chispa. Estar allí, llegar pronto. Abrazar y besar. Hacerle sonreír a la Mar.
Asegurarle que estamos aquí, y volvería a hacer el mismo camino una y otra vez con tal de llegar a donde tú estas.
Al frente el paisaje recoso, montañas de cara negra, oscuras... como el lado oculto de la luna, eran sobrevoladas por una ristra de nubes caídas, giradas, grises.. nubes de plomo...espesas. Casi se fundía la tierra y el cielo en un agujero negro. Los faros del coche alumbraban lo justo.. Daba miedo, era un día triste, un día para despedirse.
El frio cortaba la piel, sangraba por dentro ocultando el dolor.Sólo una motivación hacía saltar la chispa. Estar allí, llegar pronto. Abrazar y besar. Hacerle sonreír a la Mar.
Asegurarle que estamos aquí, y volvería a hacer el mismo camino una y otra vez con tal de llegar a donde tú estas.
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