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Pasaba yo andando, explorando los mismos caminos de siempre, intentandome sorprender.Disfrutar de lo que ya sé y hacer como que jamás he pasado por aquí...Para
intentar que todo parezca una aventura.Intentar que cada día sea reinventado en algo nuevo, en algo, no sé... Un día que merezca la pena y nos deje un sabor dulce en la boca...De eso se trata la vida.Supongo.
Intentando reencontrarme con lo de siempre, a mi paso me dejé llevar por un animalito de este mundo. Me acerqué con buenas intenciones, y él vino.Pero no podia pasar.
Ojos tristes en su soledad.Anhelo y ávido de cariño.Buscaba cobijo, refugio, comprensión... y tantas cosas que yo no sé decir.
Me di cuenta enseguida de que no nos diferenciamos tanto de estos animales, y digo de estos, como podría decir de cualquiera, cada uno tiene sus virtudes y semejanzas, las cuales nos acercan un poco más.
Todos pasamos por una etapa en la que nos sentimos limitados.En la que los barrotes que hacen de barrera nos impiden avanzar, o escapar.O simplemente nos mantienen atontinados de lo que hay fuera. Muchos podrían optar por quedarse en la parcelita acotada esperando a que le echen de comer.Otros no hacen nada, porque no saben más y otros están a la expectativa por si pueden llevarse algo más de lo podrian soñar.
Es curioso, ningún burro se acercaba, hasta que vieron los demás de la trupe que este en concreto estaba muy agustito con las caricias, y que no tenia miedo, que estaba tranquilo y apacible.Entonces vinieron todos, y para todos una ración.Pero ya no era lo mismo. Para mi pesar, tenia que irme, y no me llevé nada más que un recuerdo y una fotografía, de mis fans.
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