Al final es peligroso acabar acostumbrándose a ganar.Al igual que es muy peligroso pensar que vas a perder automáticamente por norma. Desistir cuando ya no quedan fuerzas, o cuando las pocas que te quedan te empujan a ser algo más racional y renunciar a cosas ilógicas sin ningún tipo de confort o agradecimiento a cambio...
Había en pro de la insistencia; Una estela de existencia inexplicable brillante, rellena de diminutos granitos de purpurina plata, perceptible solo para los que ven cerca a solo un paso la consecución de sus humildes ambiciones... A esa estela la llaman " La Magia " y sale desprendida de fenómenos sensacionales pero a la vez imperceptibles...
Hasta hace un tiempo no muy lejano, esa magia dejaba un resquicio de su presencia en forma de cristalinas gotitas de rocío sobre verdes y escarchadas hojas, en las horas tempranas de la mañana, por ejemplo...
Es entonces cuando puedes verla, pero no es del todo real, luego se evapora como materia y desaparece nuevamente furulando por ahí...
Yo antes era capaz de ver la magia en cualquier parte. Creí en esa estela que desprenden las personas a veces y pensaba que era real.Quizás lo fuese, a saber si nos volvemos locos y luego volvemos a la cordura preparándonos otra vez para vivir incoherentemente en nuestra propia imanación fantástica, siguiendo otros rastros...
Hace tanto tiempo que nada conmueve o emociona, que todo se parece tanto que se ha vuelto gris azulado.Hace tanto tiempo que no veo a los magos para que me devuelvan la magia, que todo se ha vuelto un día normal durante años...
¿Donde andará mi magia, cuando volverá?
Transformando cada momento en cualquier parte en una pequeña aventura guardada en el cajón de la memoria...( y me sobra sitio)
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